CUENTO EN 100 PALABRAS

Hermanos en Armas

Por Norman Vergara Cruz

El centro comercial de las tierras olvidadas se ha preocupado tanto en realizar encargos grandes como proteger las principales vías de comercio, tanto como encargos de eliminación de monstruos de alto rango, que han olvidado diezmar la población de criaturas débiles como gnolls, goblins y orcos.

Personas desaparecen en los bosques, asaltos suceden en las carreteras secundarias y grandes cantidades de rebaño desaparecen cada día. Entre más días pasan más señales de gnolls, más hobgoblins se avistan y más altos orcos parecieran poseer armas mágicas.

Hay alguien o algo quien los está armando.

El Código Maldito

Por Daniel Bugueño C

Un grupo de guerreros de una facción militar es enviado por el General a cumplir una misión en tierras lejanas donde quedan atrapados en una ciudad maldita bajo tierra, luego descubren que fueron engañados y enviados a morir.

Conocen a un sabio de pluma roja y escapan con teletransportación mágica llegando al plano del aire donde consiguen aliados para llevar a cabo su nuevo objetivo: vengarse del general.

Al año logran retornar acompañados de un poderoso ejército acabando con todo el regimiento, pero descubren que el general ha muerto y en su tumba hay un símbolo de una pluma roja.

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Un extraño encuentro

Por Edgardo Contreras

Hammrack el orco-bárbaro, Stincky el mono-ladron y Daelius el tiefling-hechizero estaban vagando tranquilamente por la cubierta del barco pirata. Un nuevo barco se veía en el horizonte.

“Tesoros,” gritó Stincky con emoción mientras bajaba uno de los botes para investigar con su grupo. El barco estaba abandonado, de modo que Hammrack se lanzó en solitario hacia la bodega de carga. Sus amigos lo detuvieron para que no fuera solo.

“¿Qué podría malir sal?” exclamó Hammrack.
Una vez abajo, Daelius le lanzó una antorcha mágica y Hammrack observó centenares de huevos con una araña mirándolo fijamente mientras devoraba algo.

“Tiren iniciativa.”

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Tras el velo

Por Keith Monardes

Morí ese día. No existen voces que pudieran devolver la humanidad a mi cuerpo. En algún punto los gritos de mi alma la terminaron de corromper, las criaturas que habitan en el velo hicieron que mi arte en pesadillas se convirtieran. 

El día y la noche se transformaron, la ciudad paralela nos observa, no se puede escapar de esos seres. 

Con el último aliento de mis pulmones, toque aquel instrumento que abriría el portal un instante, con las manos manchadas termine finalmente mi obra, yo era igual que ellos.

Ojos vacíos, sonrisa macabra, manos manchadas.

Artes de la Profundidad

Por Isaac Gastón

Buscan al pintor Kristoff, hijo del alcalde, secuestrado por un bardo bajo una catedral. Hay un foso enorme con un puente colgante de 70 pies.

Las celdas retienen al bardo… sin ojos… ni oídos. Al tocarlo dice: “No, Kris, no me harás más daño”, cortándose la lengua.

Este llevaba un diario revelando que Kristoff se unió a una secta para despertar un dios primigenio tocando música y pintando su imagen.

En el altar está Kristoff y dos sectarios, logran enfrentarlos, llevándose al enloquecido Kristoff. Pero el suelo tiembla, tratan de volver al puente, pero abajo un ojo titánico los mira.

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Por Alan Heller

Pastel de manzana

Por Joaquín Castro 

Francis había aprendido a volver cada año luego de la primera lluvia de otoño. Recordaba que allende el río Manzanares ya no quedaban manzanas verdes, y que por tanto, la recolección habría sido por detrás del valle. 

Había aprendido que Lidia y la abuela dejarían todos los ingredientes ordenados desde ayer y que la selección de la fruta era crucial en el pastel de manzana.

Francis recordaba que lo más difícil era hacer la mezcla de la crema de la abuela. Su prima Lidia lo esperaba para explicar que desde este otoño, lo más difícil sería hornear sin su guía.